El 8 de marzo, nuestro caminar nos lleva nuevamente a Luján. Ese día, que en el mundo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, me uniré con los obispos de distintas diócesis y con peregrinos de nuestras iglesias locales, entre ellas la nuestra, para renovar nuestro sí a la Vida ante la máxima expresión del genio femenino, María la Madre de Dios (Juan Pablo II, Carta a las Mujeres, 1995).
Queremos proclamar un sí a la vida que vaya más allá de insistir en una Argentina en la que la vida del niño por nacer y la de su mamá sigan siendo sagradas y objeto de nuestro empeñado cuidado. Nuestro sí a la vida es un sí a la vida de los niños por nacer, pero también a la vida de las víctimas de la violencia en las calles, las adicciones, la desnutrición, los accidentes de tránsito, la trata de personas, la violencia familiar, la miseria… (Francisco, Gaudete et exsultate, 101).
Es un sí a la vida que nos invita a llorar con la mamá de Fernando Báez y las de los niños fallecidos por desnutrición en el norte de nuestro país, con las mujeres que han pasado por el Hogar del Abrazo Maternal que funciona en nuestra diócesis y en varios lugares más de nuestro país, con las que sufren el desempleo y la incertidumbre de ser cabeza de hogar, con las enfermas de cáncer de mama o útero…
Llorar, pero también pararnos con ellas en defensa de su dignidad y justos reclamos. Defender la vida no convierte a las cristianas y los cristianos, valga la redundancia, en enemigos de los derechos o las mujeres.
Pedimos por la vida y el respeto a la dignidad de todas ellas, todas, tanto las cristianas como aquellas que han perdido la confianza e incluso la Fe, las que están comenzando a crecer en el vientre materno y las que transitan sus últimos días. Lo hacemos porque sabemos que decirle Sí a la Vida desde el momento de la concepción es volver la mirada sobre las mujeres, ellas que hacen hermoso el mundo, lo cuidan y lo mantienen vivo (Francisco, 8 de marzo de 2019).
Los invito a que me acompañen junto con los otros obispos para dar nuestro Sí rotundo a la Vida y a las Mujeres, un sí que sabemos, va de la mano. Los espero el domingo 8 de marzo a las 11 en Luján.
P. Jorge Vázquez, Obispo de Morón