En el marco de la jornada mundial por los pobres inspirada por el Papa Francisco, se
realizó una “Cena de hermanos” en la Catedral de Morón junto con otras comunidades y vecinos en situación de calle. Más de 300 personas se dieron cita en el templo para disfrutar de un plato de ravioles que fueron donados por vecinos y vecinas que compraron en la fábrica de pastas Pavese.
Para llevar adelante la jornada, más de 200 personas participaron como voluntarios
sirviendo en las mesas y animando la velada con canciones y danzas folklóricas.
“Queremos compartir la mesa como hermanos, hijos de un Dios padre, pedimos a él que
proteja a nuestras familias, que podamos encontrar los caminos para que nadie pase necesidad, haya trabajo, justicia y paz” exclamó el Obispo Jorge Vázquez durante la bendición y extendió la misma“sobre los que sirven y los que han preparado estos alimentos para compartir la mesa que significa compartir la vida misma”.
El padre Obispo afirmó que la velada estuvo envuelta en “un clima de amistad y de fraternidad” y remarcó que la Catedral está llamada a ser “la casa de todos, especialmente de los más necesitados” y agregó “la Iglesia de Jesús debe tener siempre la puerta abierta”.
El lema de esta jornada reza “La esperanza de los pobres nunca será defraudada” y en
Morón es la tercera vez que se lleva a cabo desde la llegada de Monseñor Vázquez a la Diócesis en 2017.