Novena a Nuestra Señora del Buen Viaje como “Iglesia Posta de Caminantes”.

Madre enséñanos a ser un pueblo y una Iglesia hospitalaria y acogedora, a hacer honor a nuestra misión de ser la posta, el
descanso, el refugio, el auxilio, el ánimo que anima a los caminantes
.

(Mons. Jorge Vázquez, Homilía fiestas patronales 2018)

En la carta pastoral de navidad 2019 el obispo nos invitaba a pensar nuestra Iglesia de Morón
como “posta de caminantes y descanso de los peregrinos”. Pero le da mayor énfasis cuando
dice que debemos asumirlo como parte de nuestra identidad.1
No es la primera vez que habla del tema o se refiere a la Iglesia de Morón desde esa
característica. Lo hizo apelando a fundamentos históricos2, con una lectura geográfica
simbólica3, destacando que esta posta está íntimamente ligada a la Virgen4 y a los caminantes que pasan5 y desde donde se sale al encuentro evangelizador6. De todos esos aspectos,
quisiéramos reflexionar especialmente sobre uno, respondiendo a la inquietud que él mismo
nos plantea: “Se me ocurre que esto entraña otro desafío para esta Iglesia de la ermita,
profundizar la hospitalidad”7. Para adentrarnos en “la posta” y el tema de la “hospitalidad de
caminantes” haremos un recorrido con nueve senderos por los que podremos conocer,
contemplar y profundizar en esa experiencia. Lo haremos sinodalmente, es decir, caminando
juntos por estos senderos. No son los únicos, quizás tampoco los mejores. Y tal vez al
transitarlos se descubran otros caminos que se puedan proponer. Lo importante, lo que más
nos interesa, es que esa “posta” se llene de vida y sea vida para quienes la transiten. Con ese
deseo e intención nos situamos como caminantes…

  1. “Creo que otro de los desafíos que nos plantea hoy el Señor es el de asumir plenamente nuestra identidad de ser la Iglesia del camino, la posta de los caminantes. Lo cual implica que esta Iglesia sinodal, esta Iglesia de la escucha, esta Iglesia misionera y evangelizadora en salida, es también una Iglesia hospitalaria, acogedora, que levanta a los caídos, que es capaz de curar heridas, de consolar, de animar. La Iglesia de la ermita, la posta de los caminantes, ha de ser no solo nuestra Iglesia catedral, sino también toda esta Iglesia de Morón, Hurlingham e Ituzaingó que ha de asumir cada día más esta característica propia de la posta, ser el lugar donde se retoman las fuerzas para seguir caminando, el lugar donde renace la esperanza, el descanso de los peregrinos…”, MONS. VÁZQUEZ, J., Carta pastoral Navidad 2019. Y anteriormente lo resumía de este modo: “en este hecho fundamental se asienta nuestra identidad como pueblo: Morón ciudad del camino, posta de caminantes, donde la ermita de
    la virgen es nuestra referencia fundamental, tanto desde el punto de vista religioso como desde el civil”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en las fiestas patronales 2018. ↩︎
  2. “Sabemos por la historia que Morón fue la primera posta del país, lugar de tránsito, donde se construyeron y se cruzaron los caminos de los primeros pobladores de nuestra patria” MONS. VÁZQUEZ, Homilía en la celebración de las fiestas patronales de nuestra señora del buen viaje 2018. “Iglesia del camino, con su histórica ermita que es la posta de los caminantes desde los albores de nuestra historia. En la ermita María del Buen Viaje escucha, acoge, anima, consuela al pueblo peregrino”. MONS. VÁZQUEZ,J., Homilía en la ordenación diaconal de Mariano Márquez. ↩︎
  3. “Morón es como un monte que se eleva y nos eleva, es decir, nos dignifica… la catedral, casa de la Madre, casa de la Purísima del Buen Viaje, como podemos apreciar, está construida sobre una loma, como un monte que se eleva, como un faro de luz que orienta los caminos de la nueva evangelización, que guía a nuestra gente, al pueblo peregrino en el viaje de la vida, viaje cargado de profundo sentido”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilías patronales 2018. ↩︎
  4. “La posta creció alrededor de una humilde ermita dedicada a la Purísima del Buen viaje”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilías patronales 2018. “Somos la Iglesia de la ermita, posta de los caminantes, donde la gente te venera como la Madre del Buen Viaje…” MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación a Luján 2019. ↩︎
  5. “Somos posta de los caminantes: albergue donde se descansa y donde se encuentra alivio, lugar donde se
    recuperan las fuerzas para continuar la marcha, especialmente la gran peregrinación de la vida que nos conduce
    a la casa del Padre para celebrar la Pascua eterna. Somos albergue y tienda de campaña donde hospedar a tantos
    heridos, a tantos hombres y mujeres que están medio muertos tirados a un costado del camino”, MONS. VÁZQUEZ,
    J., Homilía en la misa crismal 2019. “Estamos llamados a ser albergue donde se descansa y se encuentra alivio,
    lugar donde se recuperan las fuerzas para continuar la marcha, especialmente en la gran peregrinación de la vida
    que nos conduce a la casa del Padre para celebrar la Pascua eterna. Somos tienda de campaña donde hospedar
    a tantos heridos, a tantos hombres y mujeres que están medio muertos y tirados a un costado del camino”,
    MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación a lujan 2019. ↩︎
  6. “Sabemos que la posta de Morón fue el espacio desde el que se gestó la primera evangelización de estas
    tierras”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en las patronales 2018. “Te pedimos madre que nos des el coraje para salir a
    los caminos y descubrir por donde transita nuestra gente, que salgamos al encuentro y que también seamos
    capaces de generar el encuentro, ser espacio de escucha y de libertad donde todos puedan abrir el corazón,
    compartir sus alegrías, sus dolores y sobre todo sus esperanzas”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación
    a Luján 2019
    . “Somos la iglesia del camino y lugar del cruce de caminos. Y esto implica para nosotros un desafío
    pastoral particular: es necesario hoy más que nunca salir a los caminos para descubrir por donde transita nuestra
    gente, es necesario salir al encuentro, es necesario generar encuentro”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la misa
    crismal 2019
    . ↩︎
  7. MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la misa crismal 2019. ↩︎

Propuesta de oración para cada día

Este esquema es solo una propuesta, que puede adaptarse según convenga las circunstancias.
La novena tiene distintos temas, que están acompañados por una cita bíblica. Tiene dos
momentos, uno personal o comunitario de preparación para meditar el tema, y un segundo
momento celebrativo en el templo. La propuesta sería:

  • Primer momento de preparación
  1. Ponerse en presencia de Dios y Oración inicial a la Virgen del Buen Viaje
  2. Cita bíblica
  3. Reflexión y actualización del tema
  4. Preguntas para ir meditándolo en la propia vida personal y comunitariamente.
  • Segundo momento celebrativo
  1. Ponerse en la presencia de Dios y Oración a la Virgen del Buen Viaje
  2. Cada día puede tener una intención especial
  3. Acción de gracias por algún fruto de la meditación del día
  4. Se puede seguir con el rezo del rosario, o con Padrenuestro, Avemaría y Gloria
  5. Oración de conclusión a la Virgen del Buen Viaje

Día 1
La misión de la “posta” como santidad para la Iglesia universal Ef. 2, 20-22

La “posta” es una Iglesia que está asociada a un lugar, que junto a todas las postas Iglesias
locales, forman la única Iglesia universal. Cada iglesia local asume su riqueza particular y la
ofrece al resto de las iglesias. “Católico” es una palabra que viene del griego: Kata (según)
holos (totalidad). Así, somos católicos cuando buscamos vivir según la totalidad, de manera
extensiva, cuando vamos a todos; intensiva, cuando asumimos todas las realidades.
La Iglesia de Dios está fundada sobre apóstoles y profetas, sobre ministerios y carismas, es el
cuerpo de Cristo que se edifica con la realización de todos sus miembros. Dios piensa a su
Iglesia teniendo en cuenta a todos, y en la mutua edificación donde cada uno aporta a todos.
Lo último que puede vivirse en la Iglesia es la autosuficiencia. Por eso, no está a la libre
elección de cada uno la manera de entrega a la comunidad. Responder a la misión es el modo
de vivir el proyecto de Dios. Descubrir, asumir y concretar la misión es el modo en el que hoy
podemos decir que realizamos la santidad subjetiva (la vida de cada uno y como comunidad)
y la santidad objetiva (aquella que se reconoce y propone públicamente como ejemplo).
La Misión, entendida como la forma concreta de santidad que se nos da y exige nuestra
respuesta, nos ayuda a no caer en el peligro de la autorreferencialidad perfeccionista. No es lo
que se haga, ni cuanto se haga, con criterios mundanos de productividad. La santidad es
cumplir la voluntad de Dios expresada en una misión concreta, es la realización libre de su
designio amoroso. No es algo que se impone desde afuera anulando nuestro ser, sino todo lo
contrario. Como dice Balthasar: “Nadie es en tanto grado él mismo como el santo, que se
ajusta al plan de Dios y pone a su disposición su ser entero, su cuerpo, alma y espíritu”. Al
trazar el plan, Dios cuenta con las fuerzas y posibilidades de cada uno. Si la misión surge del
corazón de Dios, sólo él conoce la medida de nuestra santidad. A nosotros no nos toca la
iniciativa, sino la respuesta. Nos toca confiar y dejarnos llevar por el llamado. “De la
contemplación de la pura naturaleza de un hombre, no puede jamás deducirse que es lo que
la gracia de Dios se propone con ella, ni la manera en que esa naturaleza habrá de entregarse…
ni a qué idea de la santidad de Dios tendrá que acomodarse”. El que nos llama nos ama, y la
santidad que surge en el bautismo nos invita a vivir como hijos amados de Dios que desarrollan
su misión con y en medio de sus hermanos.
La santidad objetiva, la que llamamos de los santos canonizados, es regalada por Dios a su
Iglesia universal como imagen y ejemplificación del Evangelio en la vida diaria. Para los
creyentes, es una nueva exposición del Evangelio, de aspectos que se revelan, enriquecen o
que eran poco observados anteriormente. Por eso la existencia del santo es un fenómeno que
encierra en sí una doctrina viva, fecunda y adaptada a la época que regalada por el Espíritu,
no debe ser desatendida. Lo más importante en el santo es el aporte de misión o carisma a la
Iglesia, donde lo que más se le reconoce y agradece es haber recibido y respondido a esa
misión de la que es servidor. Lo iluminador no es la persona o comunidad, sino el testimonio
de Dios en su vida. Lo valioso no es su acción heroica, sino la obediencia en la entrega personal
a la misión. Si ser “posta de caminantes”, y dentro de ella la hospitalidad, es la misión de
nuestra Iglesia de Morón, seremos santos en la búsqueda y respuesta del modo de vivir y
ofrecer esa experiencia a todos.

Revisemos nuestra relación y pertenencia a la Iglesia y comunidad

  • ¿Qué importancia tiene para nosotros la Iglesia local, es decir, la que se desarrolla en un espacio y tiempo concreto? ¿Me siento parte de ese lugar e historia? ¿Conozco sus características particulares?
  • ¿Cómo podría conocerla más?
  • ¿Se cuál es mi misión dentro de la comunidad y la llevo adelante para el bien de todos? ¿Rezo para que sea según la voluntad de Dios? ¿Valoro y se recibir las misiones de mis hermanos de comunidad?
  • ¿Descubro y vivo mi santidad como una vocación, es decir, como un llamado del Llamante amante, del que me ama y quiere que haga presente su amor en el mundo?
  • Si la santidad es la expresión de un aspecto del Evangelio en el hoy que nos toca vivir, ¿Qué aspectos del Evangelio comprendemos y vivimos de tal manera que puedan ser luz para los demás?
  • ¿Qué características tendría la santidad de una “Iglesia posta de caminantes” que hospeda a peregrinos?

Catedral de Morón

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