Novena a Nuestra Señora del Buen Viaje como “Iglesia Posta de Caminantes”.

Madre enséñanos a ser un pueblo y una Iglesia hospitalaria y acogedora, a hacer honor a nuestra misión de ser la posta, el
descanso, el refugio, el auxilio, el ánimo que anima a los caminantes
.

(Mons. Jorge Vázquez, Homilía fiestas patronales 2018)

En la carta pastoral de navidad 2019 el obispo nos invitaba a pensar nuestra Iglesia de Morón
como “posta de caminantes y descanso de los peregrinos”. Pero le da mayor énfasis cuando
dice que debemos asumirlo como parte de nuestra identidad.1
No es la primera vez que habla del tema o se refiere a la Iglesia de Morón desde esa
característica. Lo hizo apelando a fundamentos históricos2, con una lectura geográfica
simbólica3, destacando que esta posta está íntimamente ligada a la Virgen4 y a los caminantes que pasan5 y desde donde se sale al encuentro evangelizador6. De todos esos aspectos,
quisiéramos reflexionar especialmente sobre uno, respondiendo a la inquietud que él mismo
nos plantea: “Se me ocurre que esto entraña otro desafío para esta Iglesia de la ermita,
profundizar la hospitalidad”7. Para adentrarnos en “la posta” y el tema de la “hospitalidad de
caminantes” haremos un recorrido con nueve senderos por los que podremos conocer,
contemplar y profundizar en esa experiencia. Lo haremos sinodalmente, es decir, caminando
juntos por estos senderos. No son los únicos, quizás tampoco los mejores. Y tal vez al
transitarlos se descubran otros caminos que se puedan proponer. Lo importante, lo que más
nos interesa, es que esa “posta” se llene de vida y sea vida para quienes la transiten. Con ese
deseo e intención nos situamos como caminantes…

  1. “Creo que otro de los desafíos que nos plantea hoy el Señor es el de asumir plenamente nuestra identidad de ser la Iglesia del camino, la posta de los caminantes. Lo cual implica que esta Iglesia sinodal, esta Iglesia de la escucha, esta Iglesia misionera y evangelizadora en salida, es también una Iglesia hospitalaria, acogedora, que levanta a los caídos, que es capaz de curar heridas, de consolar, de animar. La Iglesia de la ermita, la posta de los caminantes, ha de ser no solo nuestra Iglesia catedral, sino también toda esta Iglesia de Morón, Hurlingham e Ituzaingó que ha de asumir cada día más esta característica propia de la posta, ser el lugar donde se retoman las fuerzas para seguir caminando, el lugar donde renace la esperanza, el descanso de los peregrinos…”, MONS. VÁZQUEZ, J., Carta pastoral Navidad 2019. Y anteriormente lo resumía de este modo: “en este hecho fundamental se asienta nuestra identidad como pueblo: Morón ciudad del camino, posta de caminantes, donde la ermita de
    la virgen es nuestra referencia fundamental, tanto desde el punto de vista religioso como desde el civil”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en las fiestas patronales 2018. ↩︎
  2. “Sabemos por la historia que Morón fue la primera posta del país, lugar de tránsito, donde se construyeron y se cruzaron los caminos de los primeros pobladores de nuestra patria” MONS. VÁZQUEZ, Homilía en la celebración de las fiestas patronales de nuestra señora del buen viaje 2018. “Iglesia del camino, con su histórica ermita que es la posta de los caminantes desde los albores de nuestra historia. En la ermita María del Buen Viaje escucha, acoge, anima, consuela al pueblo peregrino”. MONS. VÁZQUEZ,J., Homilía en la ordenación diaconal de Mariano Márquez. ↩︎
  3. “Morón es como un monte que se eleva y nos eleva, es decir, nos dignifica… la catedral, casa de la Madre, casa de la Purísima del Buen Viaje, como podemos apreciar, está construida sobre una loma, como un monte que se eleva, como un faro de luz que orienta los caminos de la nueva evangelización, que guía a nuestra gente, al pueblo peregrino en el viaje de la vida, viaje cargado de profundo sentido”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilías patronales 2018. ↩︎
  4. “La posta creció alrededor de una humilde ermita dedicada a la Purísima del Buen viaje”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilías patronales 2018. “Somos la Iglesia de la ermita, posta de los caminantes, donde la gente te venera como la Madre del Buen Viaje…” MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación a Luján 2019. ↩︎
  5. “Somos posta de los caminantes: albergue donde se descansa y donde se encuentra alivio, lugar donde se
    recuperan las fuerzas para continuar la marcha, especialmente la gran peregrinación de la vida que nos conduce
    a la casa del Padre para celebrar la Pascua eterna. Somos albergue y tienda de campaña donde hospedar a tantos
    heridos, a tantos hombres y mujeres que están medio muertos tirados a un costado del camino”, MONS. VÁZQUEZ,
    J., Homilía en la misa crismal 2019. “Estamos llamados a ser albergue donde se descansa y se encuentra alivio,
    lugar donde se recuperan las fuerzas para continuar la marcha, especialmente en la gran peregrinación de la vida
    que nos conduce a la casa del Padre para celebrar la Pascua eterna. Somos tienda de campaña donde hospedar
    a tantos heridos, a tantos hombres y mujeres que están medio muertos y tirados a un costado del camino”,
    MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación a lujan 2019. ↩︎
  6. “Sabemos que la posta de Morón fue el espacio desde el que se gestó la primera evangelización de estas
    tierras”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en las patronales 2018. “Te pedimos madre que nos des el coraje para salir a
    los caminos y descubrir por donde transita nuestra gente, que salgamos al encuentro y que también seamos
    capaces de generar el encuentro, ser espacio de escucha y de libertad donde todos puedan abrir el corazón,
    compartir sus alegrías, sus dolores y sobre todo sus esperanzas”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la peregrinación
    a Luján 2019
    . “Somos la iglesia del camino y lugar del cruce de caminos. Y esto implica para nosotros un desafío
    pastoral particular: es necesario hoy más que nunca salir a los caminos para descubrir por donde transita nuestra
    gente, es necesario salir al encuentro, es necesario generar encuentro”, MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la misa
    crismal 2019
    . ↩︎
  7. MONS. VÁZQUEZ, J., Homilía en la misa crismal 2019. ↩︎

Propuesta de oración para cada día

Este esquema es solo una propuesta, que puede adaptarse según convenga las circunstancias.
La novena tiene distintos temas, que están acompañados por una cita bíblica. Tiene dos
momentos, uno personal o comunitario de preparación para meditar el tema, y un segundo
momento celebrativo en el templo. La propuesta sería:

  • Primer momento de preparación
  1. Ponerse en presencia de Dios y Oración inicial a la Virgen del Buen Viaje
  2. Cita bíblica
  3. Reflexión y actualización del tema
  4. Preguntas para ir meditándolo en la propia vida personal y comunitariamente.
  • Segundo momento celebrativo
  1. Ponerse en la presencia de Dios y Oración a la Virgen del Buen Viaje
  2. Cada día puede tener una intención especial
  3. Acción de gracias por algún fruto de la meditación del día
  4. Se puede seguir con el rezo del rosario, o con Padrenuestro, Avemaría y Gloria
  5. Oración de conclusión a la Virgen del Buen Viaje

Día 1
La misión de la “posta” como santidad para la Iglesia universal Ef. 2, 20-22

La “posta” es una Iglesia que está asociada a un lugar, que junto a todas las postas Iglesias
locales, forman la única Iglesia universal. Cada iglesia local asume su riqueza particular y la
ofrece al resto de las iglesias. “Católico” es una palabra que viene del griego: Kata (según)
holos (totalidad). Así, somos católicos cuando buscamos vivir según la totalidad, de manera
extensiva, cuando vamos a todos; intensiva, cuando asumimos todas las realidades.
La Iglesia de Dios está fundada sobre apóstoles y profetas, sobre ministerios y carismas, es el
cuerpo de Cristo que se edifica con la realización de todos sus miembros. Dios piensa a su
Iglesia teniendo en cuenta a todos, y en la mutua edificación donde cada uno aporta a todos.
Lo último que puede vivirse en la Iglesia es la autosuficiencia. Por eso, no está a la libre
elección de cada uno la manera de entrega a la comunidad. Responder a la misión es el modo
de vivir el proyecto de Dios. Descubrir, asumir y concretar la misión es el modo en el que hoy
podemos decir que realizamos la santidad subjetiva (la vida de cada uno y como comunidad)
y la santidad objetiva (aquella que se reconoce y propone públicamente como ejemplo).
La Misión, entendida como la forma concreta de santidad que se nos da y exige nuestra
respuesta, nos ayuda a no caer en el peligro de la autorreferencialidad perfeccionista. No es lo
que se haga, ni cuanto se haga, con criterios mundanos de productividad. La santidad es
cumplir la voluntad de Dios expresada en una misión concreta, es la realización libre de su
designio amoroso. No es algo que se impone desde afuera anulando nuestro ser, sino todo lo
contrario. Como dice Balthasar: “Nadie es en tanto grado él mismo como el santo, que se
ajusta al plan de Dios y pone a su disposición su ser entero, su cuerpo, alma y espíritu”. Al
trazar el plan, Dios cuenta con las fuerzas y posibilidades de cada uno. Si la misión surge del
corazón de Dios, sólo él conoce la medida de nuestra santidad. A nosotros no nos toca la
iniciativa, sino la respuesta. Nos toca confiar y dejarnos llevar por el llamado. “De la
contemplación de la pura naturaleza de un hombre, no puede jamás deducirse que es lo que
la gracia de Dios se propone con ella, ni la manera en que esa naturaleza habrá de entregarse…
ni a qué idea de la santidad de Dios tendrá que acomodarse”. El que nos llama nos ama, y la
santidad que surge en el bautismo nos invita a vivir como hijos amados de Dios que desarrollan
su misión con y en medio de sus hermanos.
La santidad objetiva, la que llamamos de los santos canonizados, es regalada por Dios a su
Iglesia universal como imagen y ejemplificación del Evangelio en la vida diaria. Para los
creyentes, es una nueva exposición del Evangelio, de aspectos que se revelan, enriquecen o
que eran poco observados anteriormente. Por eso la existencia del santo es un fenómeno que
encierra en sí una doctrina viva, fecunda y adaptada a la época que regalada por el Espíritu,
no debe ser desatendida. Lo más importante en el santo es el aporte de misión o carisma a la
Iglesia, donde lo que más se le reconoce y agradece es haber recibido y respondido a esa
misión de la que es servidor. Lo iluminador no es la persona o comunidad, sino el testimonio
de Dios en su vida. Lo valioso no es su acción heroica, sino la obediencia en la entrega personal
a la misión. Si ser “posta de caminantes”, y dentro de ella la hospitalidad, es la misión de
nuestra Iglesia de Morón, seremos santos en la búsqueda y respuesta del modo de vivir y
ofrecer esa experiencia a todos.

Revisemos nuestra relación y pertenencia a la Iglesia y comunidad

  • ¿Qué importancia tiene para nosotros la Iglesia local, es decir, la que se desarrolla en un espacio y tiempo concreto? ¿Me siento parte de ese lugar e historia? ¿Conozco sus características particulares?
  • ¿Cómo podría conocerla más?
  • ¿Se cuál es mi misión dentro de la comunidad y la llevo adelante para el bien de todos? ¿Rezo para que sea según la voluntad de Dios? ¿Valoro y se recibir las misiones de mis hermanos de comunidad?
  • ¿Descubro y vivo mi santidad como una vocación, es decir, como un llamado del Llamante amante, del que me ama y quiere que haga presente su amor en el mundo?
  • Si la santidad es la expresión de un aspecto del Evangelio en el hoy que nos toca vivir, ¿Qué aspectos del Evangelio comprendemos y vivimos de tal manera que puedan ser luz para los demás?
  • ¿Qué características tendría la santidad de una “Iglesia posta de caminantes” que hospeda a peregrinos?

Segundo Encuentro Diocesano del Obispo con los niños

Más de 500 niños de las comunidades parroquiales y educativas de la Diócesis de Morón nos encontramos junto a nuestro Obispo el padre Jorge Vázquez en el SEGUNDO ENCUENTRO DIOCESANO DEL OBISPO CON LOS NIÑOS.

El lema de este año fue «HIJO AQUÍ TIENES A TU MADRE» el encuentro se realizó en la Catedral de Morón el sábado 7 de septiembre de 2024 entre las 15 y las 17:30. En la Víspera de la Natividad de la Virgen el obispo celebró con los niños el cumpleaños de nuestra Madre!

Luego de darles la bienvenida en el colegio colegio Parroquial de Nuestra Señora del Buen Viaje fuimos en procesión hasta el monolito donde se conmemora la llegada de la Virgen a Morón. Allí, en una carreta, la Virgen nos esperaba y una narradora nos compartió la historia de su llegada hace más de 300 años.

Ya junto a la Virgen en su carreta nos dirigimos cantando a su casa de la Catedral. Allí nuestro Obispo nos compartió la palabra y bendijo a los niños que también lo bendijeron a él.
Luego volvimos a la escuela y cantamos el cumpleaños apagamos la velita y compartimos una enorme torta.

Para finalizar las celebraciones los chicos realizaron unos hermosos corazones que le regalaron a nuestra Madre.

«Él llevaba la alegría de Jesús en el corazón»

«Hoy despedimos a un grande. Raúl era un grande, un grande a partir de la sencillez que nos enseñó, realmente, a ser curas. Él llevaba la alegría de Jesús en el corazón», palabras de despedida de Monseñor Jorge Vázquez, Obispo de Morón

Monseñor Raúl Roberto Trotz murió el jueves 11 de julio a los 82 años en la ciudad de Morón, donde la noche del miércoles fue internado luego de sufrir un paro cardiaco que superó en la Clínica Modelo.

Los restos del sacerdote, antiguo párroco de la catedral Inmaculada Concepción del Buen Viaje y comprometido con las causas sociales y de los derechos humanos, fueron velados en la parroquia Nuestra Señora de las Flores de Morón.

La mañana del viernes 12 de julio fueron trasladados a la catedral, donde el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez, presidió la misa exequial. La posterior sepultura será en la ermita de Nuestra Señora del Buen Viaje.

Un pastor comprometido
Monseñor Trotz nació en Buenos Aires el 10 de enero de 1941. Tras finalizar sus estudios en el seminario, fue ordenado sacerdote el 14 de agosto de 1966. Estuvo al frente de varias parroquias del antiguo territorio diocesano moronense: Nuestra Señora del Carmen (Ramos Mejía) y Sagrada Familia (Haedo). 

En 1988 el entonces obispo Justo Oscar Laguna lo nombró párroco de la catedral basílica, misión pastoral que ejerció hasta el año 2016. El siguiente obispo diocesano, Mons. Luis Guillermo Eichhorn lo nombró luego al frente de la parroquia Virgen de las Flores de Morón, su último destino pastoral.

Identificado y comprometido con los valores del Concilio Vaticano II, además de su tarea pastoral se destacó por su actuación en las causas sociales y de derechos humanos, lo que llevó a que en 2017 el Concejo Deliberante de Morón lo declarara Ciudadano Ilustre.

En 2018 monseñor Vázquez lo nombró párroco emérito de la catedral en reconocimiento a su labor destacada al frente de la casi tricentenaria parroquia moronense.

“El Padre Raúl”, como se lo conocía, fue guía espiritual y consejero en el distrito durante más de 30 años. Destacado por su labor, consejos, acompañamiento con los que más necesitan, por su calidez y experiencia de vida.

Fue vicario general de la diócesis, vicario diocesano de la Cultura, titular del Departamento diocesano de Cultura, director del Museo de la Catedral, asesor nacional de la Liga de Madres de Familia, presidente de la Fundación Monseñor Oscar Vicente Vetrano y miembro del Consejo de la Fundación Universidad de Morón, lugares que lo llevaron a participar de seminarios, congresos, charlas y exposiciones.

De una lúcida visión de la realidad, volcó su pensamiento en escritos y artículos, que lo llevaron a ser un hombre de consulta y protagonista de entrevistas radiales y televisivas.

En tiempos difíciles, amar a los demás y alegrar sus vidas.

Mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina

En la Santa Misa del sábado 20 de abril, víspera del Domingo del Buen Pastor, y al finalizar la homilía, nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, se dirigió a la feligresía y compartió las siguientes palabras: “Los Obispos nos reunimos en la Asamblea Plenaria que tenemos todos los años y, evidentemente, ante la situación que vivimos queríamos decir una palabra que, en definitiva, se reduce a esta frase en tiempos difíciles, como son estos, alegrar a los demás y alegrar sus vidas. Lo que tenemos que hacer en estos tiempos en los que la gente sufre tanto, en el que muchas personas se encuentran con la dificultad de no saber qué hacer, no se llega a fin de mes, todo lo que sabemos. Y ¿cuál es la respuesta? La respuesta no es hacer una guerra sino que es amar a los demás. Pero también esta capacidad de alegrar sus vidas. Díganme una cosa ¿podemos vivir sin alegría? ¿Qué es la vida si no hay alegría? Es triste, no tiene sentido y nosotros lo que queremos, sobre todo, es encontrar el sentido”.


Compartimos el texto completo del mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina al pueblo de Dios:

En este tiempo de Pascua, nos llena el corazón de alegría este anuncio: “Jesús de Nazaret, el crucificado, ha resucitado”. (Mc 16, 6).

Desde hace décadas vivimos tiempos difíciles en nuestra querida Argentina. Hay muchas situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial; a muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día; se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación; asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria.
Son tiempos complejos, por momentos contradictorios, en los que conviven una esperanza y paciencia honda de nuestro pueblo, que habla de su grandeza de corazón, con una incertidumbre y una creciente vulnerabilidad de las personas.

San Alberto Hurtado decía que en tiempos difíciles no nos tenemos que cansar de amar a los demás y de alegrar sus vidas.

Amar a los demás… un amor con gestos, porque nuestros gestos son el modo de demostrarle a nuestro pueblo que entendemos su dolor. Advertir sus heridas y vivirlas en proximidad y cercanía. Tomar partido por los más frágiles, defender su dignidad, implicarnos personalmente en sus gozos y esperanzas, en sus sufrimientos y problemas.
Darnos la mano, no soltarnos, unirnos más que nunca, porque como decía el Papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de los pobres del 2020: Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! ¡Cuánto bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad, fruto de la bondad de los santos “de la puerta de al lado”, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios!
Pero también, “tender la mano al pobre” (cfr. Si 7, 32) destaca, por contraste, la actitud de quienes tienen las manos en los bolsillos y no se dejan conmover por la pobreza, y los que tienen las manos manchadas por la complicidad.

“el amor con gestos concretos y la alegría son el anuncio más explícito del Evangelio en una sociedad que parece vivir en constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor”.

Retomando la frase de San Alberto Hurtado, también es hora de alegrar las vidas de tantos hermanos que la están pasando muy mal.

La alegría cristiana no es euforia, no es éxito, no es placer, no es un optimismo ingenuo, ni estar siempre bien. La verdadera alegría tiene que ver con el sentido de la vida, con la experiencia de tener un horizonte.

En el actual contexto económico y social argentino es fundamental sostenernos en esa alegría, una alegría profunda y duradera, la que nace del encuentro con el Señor. Es una alegría que nos libera de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades que sólo desparraman pánico y angustia.

Estamos convencidos que el amor con gestos concretos y la alegría son el anuncio más explícito del Evangelio en una sociedad que parece vivir en constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor.

San Pablo nos exhorta: “Sean alegres en la esperanza” (Rom 12, 12) La alegría y la esperanza van inseparablemente unidas. Pidamos el don de la esperanza que nos sostiene en tiempos difíciles y a la vez nos anima hacia adelante sin bajar los brazos, tomados de la mano de los más vulnerables con los que vamos haciendo camino para, entre todos, construir la Patria de fraternidad que anhelamos y por la que tantos dieron su vida.

Que la Virgen María, que sigue al pie de las cruces de tantos hermanos, nos conceda la fortaleza, la solidaridad, el compromiso y la alegría que necesitamos para seguir esperando contra toda esperanza.

Más de 1200 confirmandos en la Diócesis de Morón





Más de 1200 confirmados procedentes de todas las comunidades de la Diócesis de Morón recibieron el sacramento de la confirmación en las Confirmaciones Diocesanas 2023. Las celebraciones tuvieron lugar entre el viernes 10 y el sábado 11 de noviembre en la Catedral de Morón. Todas las celebraciones fueron presididas por el obispo de Morón padre Jorge Vázquez.
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Qué importante es la palabra amigo, amiga. Jesús se puso ese título. Amigo nuestro. Y nos considera así. Nosotros somos sus amigos. Y hoy esto se confirma. Ustedes vienen a confirmarse. ¿Qué es lo que se confirma en la vida de ustedes hoy? El amor de un amigo que da la vida por ustedes. Por todos nosotros. Eso es el sentido profundo del sacramento de la confirmación”, expresó el Obispo.


«Tener un amigo o una amiga es algo realmente muy importante. El amigo es el que te acompaña siempre. Y que sobre todo te acompaña cuando estás mal. Que es capaz de tenderte la mano. Cuando todos a veces huyen de tu presencia. El amigo es el que se juega. Jesús se jugó por nosotros y ¿qué nos dijo? Juéguense también no solamente por mí, sino por ustedes. Juéguense por los hermanos. Ámense los unos a los otros. Como amigos. Creando fraternidad. ¿Qué es lo que nos hace falta? El ser humano funciona cuando es capaz de poner en juego esto de la fraternidad, de que somos hermanos, como la última encíclica de Francisco. Hermanos todos. Todos no algunos. Hermanos todos”, continuó.

“En este sacramento de la confirmación también reciben esa fuerza para poder vivir y generar y crear fraternidad”, explicó el padre Vázquez. Y continuó: “El Espíritu Santo es aquel que nos defiende en los momentos difíciles de la vida, que todos los pasamos. Se usa una palabra a media difícil para entender: Jesús dice: ‘Cuando les envíe el paráclito…’ Paráclito es una palabra griega que significa defensor. El Espíritu Santo, el paráclito, es el que te defiende. Es el que te aconseja. Necesitás que alguien te dé una palabra cuando estás medio atontado y no sabes por dónde seguir por el camino. El Espíritu Santo es eso”.

El Espíritu Santo, concluyó, “es también amigo, consejero, defensor. Entonces ahora nos vamos a disponer para vivir Pentecostés aquí. Como aquel de hace más de 2000 años. Lo estamos viviendo, aquí estaban todos reunidos, en el mismo lugar. Dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles, como nosotros, todos reunidos, esperando una promesa. ¿Cuál era la promesa? Se las había hecho Jesús, y era que les iba a enviar el Espíritu Santo. Jesús es un amigo que se juega, que da la vida, y cumple las promesas. Hoy Jesús aquí está cumpliendo una promesa. La promesa que dice: ‘Les voy a enviar el Espíritu Santo’. Y esto es lo que vivimos con una enorme alegría”.

El Obispo renueva la confianza en el Padre Martín

En la misa vespertina del domingo 10 de diciembre el Obispo de Morón, Monseñor Jorge Vázquez, renovó la confianza y volvió a designar al Padre Martín Bernal como Párroco de la Catedral de Morón.

Serán, Dios mediante, otros seis años donde la comunidad podrá seguir compartiendo la alegría del amor y la esperanza junto al Padre Martín y su trabajo comprometido.

«Con María caminamos juntos a Jesús»

El sábado 2 de Septiembre se realizó el 1° Encuentro Diocesano del Obispo con los Niños, bajo el lema «con María caminamos juntos a Jesús» más de 600 niños y niñas, procedentes de distintas comunidades, se reunieron para compartir esta celebración junto a nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, y así dar testimonio de la importancia de su presencia en la vida de la Diócesis de Morón.


La jornada comenzó con una procesión hasta el mojón donde inicialmente llegó la Virgen del Buen Viaje, patrona de la diócesis. Allí los esperaba la Nuestra Señora en su, ya tradicional, carreta. Luego niños y niñas caminaron en procesión con la virgen desde mojón hasta la Catedral, como forma de rememorar y homenajear ese momento inicial, de hace más de 300 años, en que la Virgen llegó a su casa definitiva. En la Catedral se compartió la Palabra, se hizo un recuerdo agradecido de monseñor Raspanti con una ofrenda de luz y flores, luego Monseñor Jorge Vázquez bendijo a los niños y las niñas y ellos bendijeron al Obispo.


Para terminar, todos juntos en comunidad compartieron la merienda.

Catedral de Morón

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