María de Luján

Cada 8 de mayo se celebra el Día de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina.


La historia de la Virgen de Luján tiene sus raíces en el año 1630, cuando dos imágenes de la Purísima Concepción de María, procedentes de Brasil, llegaron al puerto de Buenos Aires. Una de estas imágenes, al ser transportada en carreta hacia Santiago del Estero, se detuvo misteriosamente a orillas del río Luján, y los bueyes que tiraban de la carreta no pudieron moverla. Los transportistas descubrieron que al quitar la imagen de la virgen de la carreta, esta se movía fácilmente. Este suceso llevó a la conclusión de que la Virgen quería quedarse en ese lugar, convirtiéndose en la Virgen de Luján, un símbolo de devoción para los argentinos.
En la homilía de la fecha el padre Juan Herrera nos recordaba que: “Hoy que celebramos a María en Luján podemos meditar sobre este misterio de querer quedarse, este misterio de María de querer estar acá con nosotros. Un misterio de estabilidad porque estamos en tiempos difíciles, de mucha exigencia, de mucha presión donde a veces vamos compartiendo la vida con otros y no siempre los otros pueden quedarse a acompañarnos, a vivir con nosotros lo que nos pasa. María se queda para acompañarnos”.
Esta celebración es un momento para reflexionar sobre la profunda conexión espiritual que une al pueblo argentino con la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján.

Peregrinación Diocesana a Luján: Es la hora de la Esperanza


Convocada bajo el lema “Con María de Luján caminamos como peregrinos de la esperanza, artesanos de la paz, misioneros de la alegría”, la comunidad diocesana peregrinó a Luján en la Peregrinación anual de la Diócesis a la casa de la patrona de los argentinos.
Acompañado por gran parte del clero diocesano, y ante miembros de las distintas comunidades de la diócesis, el Obispo Jorge Vázquez aseguró a los pies de la Virgen que “queremos ser el lugar donde se genera el auténtico diálogo; desde el cual construimos la unidad y la fraternidad; lugar donde se alimenta la esperanza que nos da fuerza para el camino y nos abre los horizontes que nos trae Cristo Resucitado, sobretodo en estos tiempos difíciles”.
En tiempos complejos, dijo, “se nos invita al compromiso, a ponernos la patria al hombro, siendo conscientes de que la esperanza no es quedarnos tranquilos, esperando que todo venga de arriba. La esperanza es ante todo compromiso y se construye desde el amor y la alegría”. Y recordó al recientemente beatificado cardenal Eduardo Francisco Pironio en su invitación a que a los jóvenes sean constructores, artesanos de la paz, “jóvenes profetas de la esperanza, testigos de la alegría del Resucitado”. Y citándolo cerró: “Es la hora de la esperanza; de la revelación del amor y de la respuesta a Dios en la disponibilidad como la de María en la Anunciación”.

La fiesta del Espíritu Santo

El domingo 19 de mayo en la celebración de Pentecostés, el Papa Francisco compartió con la feligresía las siguientes palabras: “Hoy, Solemnidad de Pentecostés, celebramos el descenso del Espíritu Santo sobre María y sobre los apóstoles. En el Evangelio de la liturgia, Jesús habla del Espíritu Santo, y dice que Él nos enseña “todo lo que ha oído” (cfr. Jn 16,13). Pero, ¿qué significa esta expresión? ¿Qué ha escuchado el Espíritu Santo? ¿De qué nos habla?

Nos habla con palabras que expresan sentimientos maravillosos, como el afecto, la gratitud, la confianza, la misericordia. Palabras que nos permiten conocer una relación bella, luminosa, concreta y duradera, como es el Amor eterno de Dios: las palabras que el Padre y el Hijo se dicen. Son precisamente las palabras transformadoras del amor las que el Espíritu Santo repite en nuestro interior, y las que nos hace bien escuchar, porque estas palabras hacen nacer y crecer en nuestro corazón los mismos sentimientos y los mismos propósitos: son palabras fecundas”.
En nuestra Parroquia el sábado 18 de mayo, en la celebración de la vigilia de Pentecostés, el padre Martín Bernal nos invitaba a comprometernos y nos recordaba que: “en este Pentecostés volvimos al lugar de donde salimos al comenzar la Pascua, al cenáculo, al cenáculo cerrado y a ese Jesús que irrumpe para saludar con la paz, para mostrar sus heridas y para enviar a perdonar. Y todo eso no se puede hacer de la boca para afuera, todo eso tiene que ver con el adentro y, todo eso a veces se nos hace de una dificultad inalcanzable. A eso viene el Espíritu Santo (…) No sólo en la vida hay cosas feas o que nos tocan cosas feas, sino que también hay cosas lindas solo que a veces no las podemos ver. A veces tenemos la mirada centrada en lo que no fue, en lo que faltó, en lo que no llegó. Que el Señor nos derrame en este espíritu esa capacidad para que, en un mundo híper conectado, corra en medio de eso la verdad, la ternura, la solidaridad”.

La fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo.

Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.


Por su parte, nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, en el marco de la Solemnidad de Pentecostés del domingo 19 de mayo, decía que “hoy nosotros estamos reunidos, prolongando ese primer encuentro de los qué son nuestros padres en la fe, los apóstoles. Prolongando ese momento en qué esa reunión trajo la comunión, la comunicación y el valor y la fuerza, con ese soplo del espíritu, animando a salir, a llevar el evangelio a todos (…) La alegría de Jesús, es el único qué te va a dar ese sentido de la vida, qué después se expresa en el gozo, el fue enviado y nos es comunicado por el don del espíritu santo. Hoy nosotros queremos abrir nuestro corazón a esa efusión del espíritu, el espíritu es Dios (…) El padre Jesús envía en el espíritu, ese espíritu de reconciliación, es el espíritu qué vence al mal, qué nos hace hermanos y somos hijos amados por Dios. Y ese amor sigue vivo y nos sigue siendo ofrecido”.

En tiempos difíciles, amar a los demás y alegrar sus vidas.

Mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina

En la Santa Misa del sábado 20 de abril, víspera del Domingo del Buen Pastor, y al finalizar la homilía, nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, se dirigió a la feligresía y compartió las siguientes palabras: “Los Obispos nos reunimos en la Asamblea Plenaria que tenemos todos los años y, evidentemente, ante la situación que vivimos queríamos decir una palabra que, en definitiva, se reduce a esta frase en tiempos difíciles, como son estos, alegrar a los demás y alegrar sus vidas. Lo que tenemos que hacer en estos tiempos en los que la gente sufre tanto, en el que muchas personas se encuentran con la dificultad de no saber qué hacer, no se llega a fin de mes, todo lo que sabemos. Y ¿cuál es la respuesta? La respuesta no es hacer una guerra sino que es amar a los demás. Pero también esta capacidad de alegrar sus vidas. Díganme una cosa ¿podemos vivir sin alegría? ¿Qué es la vida si no hay alegría? Es triste, no tiene sentido y nosotros lo que queremos, sobre todo, es encontrar el sentido”.


Compartimos el texto completo del mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina al pueblo de Dios:

En este tiempo de Pascua, nos llena el corazón de alegría este anuncio: “Jesús de Nazaret, el crucificado, ha resucitado”. (Mc 16, 6).

Desde hace décadas vivimos tiempos difíciles en nuestra querida Argentina. Hay muchas situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial; a muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día; se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación; asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria.
Son tiempos complejos, por momentos contradictorios, en los que conviven una esperanza y paciencia honda de nuestro pueblo, que habla de su grandeza de corazón, con una incertidumbre y una creciente vulnerabilidad de las personas.

San Alberto Hurtado decía que en tiempos difíciles no nos tenemos que cansar de amar a los demás y de alegrar sus vidas.

Amar a los demás… un amor con gestos, porque nuestros gestos son el modo de demostrarle a nuestro pueblo que entendemos su dolor. Advertir sus heridas y vivirlas en proximidad y cercanía. Tomar partido por los más frágiles, defender su dignidad, implicarnos personalmente en sus gozos y esperanzas, en sus sufrimientos y problemas.
Darnos la mano, no soltarnos, unirnos más que nunca, porque como decía el Papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de los pobres del 2020: Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! ¡Cuánto bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad, fruto de la bondad de los santos “de la puerta de al lado”, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios!
Pero también, “tender la mano al pobre” (cfr. Si 7, 32) destaca, por contraste, la actitud de quienes tienen las manos en los bolsillos y no se dejan conmover por la pobreza, y los que tienen las manos manchadas por la complicidad.

“el amor con gestos concretos y la alegría son el anuncio más explícito del Evangelio en una sociedad que parece vivir en constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor”.

Retomando la frase de San Alberto Hurtado, también es hora de alegrar las vidas de tantos hermanos que la están pasando muy mal.

La alegría cristiana no es euforia, no es éxito, no es placer, no es un optimismo ingenuo, ni estar siempre bien. La verdadera alegría tiene que ver con el sentido de la vida, con la experiencia de tener un horizonte.

En el actual contexto económico y social argentino es fundamental sostenernos en esa alegría, una alegría profunda y duradera, la que nace del encuentro con el Señor. Es una alegría que nos libera de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades que sólo desparraman pánico y angustia.

Estamos convencidos que el amor con gestos concretos y la alegría son el anuncio más explícito del Evangelio en una sociedad que parece vivir en constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor.

San Pablo nos exhorta: “Sean alegres en la esperanza” (Rom 12, 12) La alegría y la esperanza van inseparablemente unidas. Pidamos el don de la esperanza que nos sostiene en tiempos difíciles y a la vez nos anima hacia adelante sin bajar los brazos, tomados de la mano de los más vulnerables con los que vamos haciendo camino para, entre todos, construir la Patria de fraternidad que anhelamos y por la que tantos dieron su vida.

Que la Virgen María, que sigue al pie de las cruces de tantos hermanos, nos conceda la fortaleza, la solidaridad, el compromiso y la alegría que necesitamos para seguir esperando contra toda esperanza.

“Sostener la alianza de Dios”

La Cuaresma y la Pascua en comunidad

Este 2024 marzo se convirtió en un mes de profunda reflexión a partir de las celebraciones de Cuaresma y las Pascuas de Resurrección. Nuestra Parroquia fue el escenario de las fiestas del encuentro de la comunidad en la fe, la hermandad, el amor.

En la homilía del jueves 21 de marzo, el Padre Martín Bernal nos decía que “Dios hace una elección, una promesa y una alianza; son las tres dimensiones de la vida de la fe. Hemos sido elegidos, Dios nos ha dado la promesa de su presencia, de su salvación y su misericordia, y ha hecho con nosotros una alianza”, y nos convocaba a “sostener esa alianza que Dios no rompe nunca; Él siempre está presente. (…) Que este triple aspecto particular de la fe, sea para nosotros, signo de vida y de acción de gracias”.

El sábado 23 de marzo, en las vísperas del Domingo de Ramos de la Pasión el Padre Martín nos convocó a que desde la fe “pidámosle al Señor que nos haga generosos, que nos haga también prudentes. Que nos haga acompañar y poder vivir esta Semana Santa como una semana donde el Señor nos llama a ser hombres y mujeres de fe. Hombres y mujeres que saben que, entre lo que somos y lo que estamos llamados a ser, Dios siempre nos va a dar la fuerza necesaria para llegar”.

El domingo de Ramos amaneció luminoso en Morón y gran cantidad de hombres, mujeres y niños de toda la comunidad se dieron cita en la Plaza para bendecir sus ramos de olivo para recibir a Jesús. En la homilía de ese mismo día nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, nos decía “¿Saben que significa el ramo de olivo? Estos los vamos a poner en casa, donde tenés alguna imagen de la virgen, y ese ramito nos recuerda a nosotros que Jesús nos sigue acompañando. Ese día, Jesús entró montado en un burrito, un animal muy simple, algunos querían que Jesús aprovechará para hacerse rey, pero él es rey de otra manera. Él es un rey humilde y servidor nuestro, Él nos enseña un camino. El ramo de olivo también significa la paz y hoy tenemos que llevarlo a casa (…) Dios quiere nuestro bien, es el Dios de la vida. Leímos la Pasión y Muerte de Jesús, pero falta la resurrección. Él vence a la muerte, la última palabra en nuestra historia la tiene la vida, porque Cristo resucitó, y nosotros resucitamos con él”.

Más de 1200 confirmandos en la Diócesis de Morón





Más de 1200 confirmados procedentes de todas las comunidades de la Diócesis de Morón recibieron el sacramento de la confirmación en las Confirmaciones Diocesanas 2023. Las celebraciones tuvieron lugar entre el viernes 10 y el sábado 11 de noviembre en la Catedral de Morón. Todas las celebraciones fueron presididas por el obispo de Morón padre Jorge Vázquez.
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Qué importante es la palabra amigo, amiga. Jesús se puso ese título. Amigo nuestro. Y nos considera así. Nosotros somos sus amigos. Y hoy esto se confirma. Ustedes vienen a confirmarse. ¿Qué es lo que se confirma en la vida de ustedes hoy? El amor de un amigo que da la vida por ustedes. Por todos nosotros. Eso es el sentido profundo del sacramento de la confirmación”, expresó el Obispo.


«Tener un amigo o una amiga es algo realmente muy importante. El amigo es el que te acompaña siempre. Y que sobre todo te acompaña cuando estás mal. Que es capaz de tenderte la mano. Cuando todos a veces huyen de tu presencia. El amigo es el que se juega. Jesús se jugó por nosotros y ¿qué nos dijo? Juéguense también no solamente por mí, sino por ustedes. Juéguense por los hermanos. Ámense los unos a los otros. Como amigos. Creando fraternidad. ¿Qué es lo que nos hace falta? El ser humano funciona cuando es capaz de poner en juego esto de la fraternidad, de que somos hermanos, como la última encíclica de Francisco. Hermanos todos. Todos no algunos. Hermanos todos”, continuó.

“En este sacramento de la confirmación también reciben esa fuerza para poder vivir y generar y crear fraternidad”, explicó el padre Vázquez. Y continuó: “El Espíritu Santo es aquel que nos defiende en los momentos difíciles de la vida, que todos los pasamos. Se usa una palabra a media difícil para entender: Jesús dice: ‘Cuando les envíe el paráclito…’ Paráclito es una palabra griega que significa defensor. El Espíritu Santo, el paráclito, es el que te defiende. Es el que te aconseja. Necesitás que alguien te dé una palabra cuando estás medio atontado y no sabes por dónde seguir por el camino. El Espíritu Santo es eso”.

El Espíritu Santo, concluyó, “es también amigo, consejero, defensor. Entonces ahora nos vamos a disponer para vivir Pentecostés aquí. Como aquel de hace más de 2000 años. Lo estamos viviendo, aquí estaban todos reunidos, en el mismo lugar. Dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles, como nosotros, todos reunidos, esperando una promesa. ¿Cuál era la promesa? Se las había hecho Jesús, y era que les iba a enviar el Espíritu Santo. Jesús es un amigo que se juega, que da la vida, y cumple las promesas. Hoy Jesús aquí está cumpliendo una promesa. La promesa que dice: ‘Les voy a enviar el Espíritu Santo’. Y esto es lo que vivimos con una enorme alegría”.

El Obispo renueva la confianza en el Padre Martín

En la misa vespertina del domingo 10 de diciembre el Obispo de Morón, Monseñor Jorge Vázquez, renovó la confianza y volvió a designar al Padre Martín Bernal como Párroco de la Catedral de Morón.

Serán, Dios mediante, otros seis años donde la comunidad podrá seguir compartiendo la alegría del amor y la esperanza junto al Padre Martín y su trabajo comprometido.

«Con María caminamos juntos a Jesús»

El sábado 2 de Septiembre se realizó el 1° Encuentro Diocesano del Obispo con los Niños, bajo el lema «con María caminamos juntos a Jesús» más de 600 niños y niñas, procedentes de distintas comunidades, se reunieron para compartir esta celebración junto a nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vázquez, y así dar testimonio de la importancia de su presencia en la vida de la Diócesis de Morón.


La jornada comenzó con una procesión hasta el mojón donde inicialmente llegó la Virgen del Buen Viaje, patrona de la diócesis. Allí los esperaba la Nuestra Señora en su, ya tradicional, carreta. Luego niños y niñas caminaron en procesión con la virgen desde mojón hasta la Catedral, como forma de rememorar y homenajear ese momento inicial, de hace más de 300 años, en que la Virgen llegó a su casa definitiva. En la Catedral se compartió la Palabra, se hizo un recuerdo agradecido de monseñor Raspanti con una ofrenda de luz y flores, luego Monseñor Jorge Vázquez bendijo a los niños y las niñas y ellos bendijeron al Obispo.


Para terminar, todos juntos en comunidad compartieron la merienda.

Agenda de Conciertos | Septiembre 2023

Domingo 3 de Septiembre | 16 horas

«Gloria» de Antonio Vivaldi y otras obras instrumentales.

Orquesta Sinfónica de Prefectura Naval Argentina. Director: Martín Caila

Coro Polifónico UNLaM y Coro CUI. Director: Hugo Schwab

Programa | Primera Parte:

Obertura «Egmont» Op. 84 (Ludwig van Beethoven)

Obertura «Las Hébridas» Op. 26 (Felix Mendelssohn)

Segunda Parte:

«Gloria» en Re Mayor RV 589 (Antonio Vivaldi)

Solistas: Virginia Lia Molina (soprano), Adriana Alba (alto)

Domingo 10 | 16,30 horas

Tarde Lírica en la Catedral de Morón

Con las voces de Daniela Pazzano, soprano; Leonardo Pecar, barítono y Simón Sánchez, piano.

Domingo 17 | 17 horas

Concierto 67° Aniversario

Se presenta la agrupación Coral Femenino de San Justo, con la dirección del maestro Roberto Saccente

Agenda de Conciertos | Julio 2023


Domingo 2 | 15,30 hs. Concierto Cuerdas de Invierno
Diversidad de Arpas y estilos.
Se presentarán: Ana Alvarado, Andrés Rozzo, Claudia Czihak, David Pajon, Edgar Margarian, Elvio Acosta, Estefanía Flores, Graciela Leguizamón, Johi Riveros Salinas, Jorge Boyadjian, Matías Pepepietro, Maxi Acosta, Taki Karakatsanis y Viviana Repetti.
Idea y dirección: Claudia Czihak| Coordinación: Johi Riveros Salinas

Domingo 16 | 16,30 hs.
Concierto de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Morón, Alberto Ginastera
Interpretarán:

Ollantay, op. 17 de Alberto Ginastera
Concierto para 2 Violines de Antonio Vivaldi
Solistas: Paula Ferri y Ariel Ojeda
Vals de Aram Katchaturian
Mascagni: Intermezzo de Guglielmo Ratcliff
Danse Bacchanale de Charles Camille Saint-Saëns
Directores: Sebastián Tellado y Germán Zacoro Nielsen


Catedral de Morón

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